Tuesday, December 30, 2008

alguien dígame...

¿Qué CHINGADOS estoy haciendo de mi vida?

Saturday, December 27, 2008

We'll Always Have Paris...

Se explica por sí mismo. Es una joya. Simplemente me encanta.

Sunday, December 21, 2008

La cuisine sale...

La pequeña mesa de la cocina era testigo de todas nuestras conversaciones. Un sucio mantel de plástico a cuadros rojos y blancos la cubría y los estantes de la cocina lo rodeaban de muy cerca.
Sólo podía sonreir mientras desayunaba un mixto. Mi mirada perdida y confundida seguramente me delataba ante los tres franceses que platicaban y reían en la cocina.
Yo no hablaba mucho francés, seguramente podían haber estado diciendo lo estúpido que les parecía y yo simplemente asentía y sonreía.
Eran Marie y su novio, el tercer francés; un amigo suyo. No recuerdo sus nombres, pero recuerdo el nombre de la cuarta que llegó a romper la hostilidad bilingüe. Hellen.
Al entrar a la casa se escuchaban sus collares resonar. Subió las escalera y se paró frente a la puerta de la cocina con una sonrisa enorme. Era la reina de esa casa.
Todos sonreímos y desde ese momento todos hablaron español. Ella lo hizo por mi. Era la única que se preocupaba en decirme lo que se estaba hablando frente a mi cuando era en francés. Me enseñó a maldecir en francés y me preparó para ciertas hostilidades de la vida.
Todos se quitaron para dejarla sentarse en la sucia mesa. Prendió un cigarro elegantemente y exhaló el humo hacia la ventana que estaba detrás de ella, donde pasaba la luz y se le dibujaba un aurea bastante llamativa.

Hellen se quejó tremendamente pues Antonella, la italiana, se marchaba. No era lo malo para ella, sino que Marie salía de vacaciones y se quedaría en casa sola con los hombres. El novio de Marie era muy reservado, pero cuando estaba solo con ella, la trataba muy mal. Realmente ella se merecía algo mucho mejor.
El otro habitante de la casa era Max. Max era de Cerdeña. Hablaba maravillas de la bota y cumplía todos los requisitos para ser italiano. Siempre vestía elegante, baja estatura, seductor, mujeriego, narigón, gritaba al ver jugar al Milan, comía pizza y pan con aceite e oliva todos los días y amaba su país. Alguna vez platicamos toda la noche sobre la similitud de nuestros países. Se sentía el protector de Antonella, pues era su compatriota y la menor de la casa. Ella era otra típica italiana. Pero no de las supermodelos, no, no, no. Me refiero a alguna señora italiana de la toscana. Robusta, amable, sonriente y preparaba unas pizzas excelentes.
Era la única que se preocupaba por el aseo de la cocina, pero a pesar de todo eso, la cocina siempre estaba hecha un asco. Mi primer noche en esa casa, Antonella me preparó una pasta y se me quedaba sonriendo y preguntandome cosas y cosas de América.

Todo sucedió en esa sucia cocina.
Justo después de que Hellen se quejó de que pasaría 2 semanas sola con el novio de Marie y con Max, sonrío pues recordó que yo me quedaría para ser el punto neutro. El americano.
No le duró mucho la sonrisa, pues en esa sucia cocina anuncié que me mudaba. ¿La razón? La cocina; que más que cocina era nuestro testigo mudo, nuestro nexo común, nuestra sala de usos múltiples, estaba demasiado sucia como para que yo siguiera viviendo en esa casa.

Saturday, December 20, 2008

Los Placeres ocultos de la vida...

Comer en el Vips. Sacarse los mocos en el tráfico. Romper la servilleta después de comer. Tomar una chela estando crudo. Tomar café mientras piensas en Nada. Leer las revistas en el Sanborns. Ver pasar gente. Ir al baño con la puerta abierta. Pedir los tacos con copia y hacer de uno, dos.
Quitarse un punto negro. Despertar con la cara llena de baba por babear dormido.Ver las nubes desde un avión. Perderse en algún lugar. Ser taggeado en facebook. Imaginar cómo es la vida de las personas que junto contigo esperan a que le den mesa en algún restaurante. Las películas de Mauricio Garcés. Mentar madres manejando. Tomar fotos de gente besándose en los parques. Escuchar una plática ajena. Dibujar atrás de los manteles del Vips. El olor de los aeropuertos. Sentir el aire pasar por la cabeza cuando te acabas de cortar el pelo. Correr con el saco abierto. Ver un haz de luz entrar por alguna ventana. Despertar sudado. Lo maravilloso no importa que dure un instante y llegue al final. Y si llega al final... hay que entretenerse durante la vida porque son las cosas ordinarias que al hacerlas extraordinarias la vida tiene algo de sentido.

Friday, December 19, 2008

YA SABÍA, BITCH

¿Me estas leyendo desde aquí, verdad maldita perra infernal del mal?

¡¡¡DAME PRIVACIDAD!!!

Saturday, December 13, 2008

Le puse un hasta aquí...


Por fin... Adiós, ingrata.

Monday, December 08, 2008

La película.

Siempre me ha gustado el cine. Sinceramente nunca pensé que me fuera a dedicar a ese medio, pero los saltos de la vida me han llevado a donde estoy ahora.

En fin, a lo que voy con todo esto es que por fin descubrí por qué el sueño de mi vida es vivir en New York.
Cuando fui la primera vez, salí de la estación Penn, por Madison Square Garden. La sombra que proyectaba los grandes rascacielos en art decó me dieron una sensación de mucho frío.
El vapor salía de las coladeras y mares de gente en abrigos y gabardinas caminaba como si nadie más existiera.
Poca luz solar pasaba de entre los gigantes de concreto.
Y de pronto giré la cabeza a la derecha. Ahí estaba. El Chrysler Building. Fue cuando pensé "Por fin estoy en la película".

Así es, hace poco descubrí el porqué de ese sueño que ya cumpliré. Siempre he tenido un insight muy grande con las películas. Inconcientemente quiero vivir en LA película.
Gran ciudad. Ya casi un año de no visitarla.

Mi recomendación: visitarla en diciembre.
Mi consejo (que no sigo): no meterse al facebook de la pareja.
Mi filosofía: Al carajo, me voy de aquí.