En esa época no me preocupaba como estaba el peso contra el dólar; yo sólo no entendía por qué en lugar de comprarme un dulce con 100 pesos ahora lo tenía que hacer con otra moneda que tenía menos cero.
Esa inocencia que caracterizaba a un niño ero lo que lo que hacía que disfrutara tanto llorar como reír, correr como dormir.
Creías que los periódicos sólo existían para hacer barquitos, gorritos o simplemente eran manteles para cuando pintabas; No entendías el porqué de los paraguas, si mojarte era lo mas divertido; tomarte un yakult para después usar el bote como almacén de gusanos y dárselos a las niñas resultaba mas divertido que una jugadita de poker; no entendías porque los grandes maldecían en el fútbol, pero los imitabas; el patio trasero de tu casa era de las mismas dimensiones que la cancha del Estadio Azteca; trepar un árbol era digno de ponerse en el currículo; no sabias que era un currículo; podías pasar horas jugando con la misma hormiga, la cual hasta nombre ya tenía; la extremidad de una piñata significaba sólo una cosa, un premio por valor en el campo de batalla; saludar a las tías regañonas era una tortura, años después te encuentras sentado en esa misma sala platicando con esas tías; tener muchos pantalones y todos con parches y manches verdes de pasto por jugar en el jardín; la lonchera era un arma de destrucción masiva; Mozart y Vivaldi eran de hueva, lo de hoy era Microchips; a las 8 de la noche acaba el día, no empezaba; a las 7 de la mañana empezaba el día, no acababa; una dotación de dulces Sonric´s en Chabelo era mas envidiable que un viaje a las islas caiman; las ambiciones en la vida eran ser arqueólogo, cazador de tesoros, ser veterinario, salir en la tele, ser payaso, policía o bombero sin importar los tristes sueldos; viajar 10 kilómetros era casi como ir hasta Acapulco; ir a Acapulco era casi como viajar 10 kilómetros, vomitabas por comer dulces y dar vueltas, no por problemas gastrointestinales o por pedote; creías que las nubes salían de las chimeneas de las fábricas y de los mofles de los coches hasta que conociste al Ecoloco; Disneylandia era un país; podías enamorarte de una caricatura como de Josie en Josie y las gatimelódicas; tener raspadas las rodillas era mas común que unas chelas en un partido de fútbol; no entendías porque tus padres se maravillaban con el nintendo; lavarse las manos era como un castigo; conocías amigos nuevos cada paso; faltar a la escuela era mas aburrido que ver a Zabludovsky; odiabas las verduras a pesar de que nunca las habías probado; abrazabas a tu mamá y tu cabeza tocaba sus rodillas; los payasos eran peor que Bush; en edades, un año de diferencia era una gran brecha; creías que el pito era sólo para hacer pipí; los colchones sin resortes eran aburridísimos; las chamarras te limitaban y en a veces eran las culpables de que perdieras cuando jugabas al escondite; las orejas calientes como resultado de correr era lo único molesto en la vida; un diente flojo era doloroso pero uno se sentía orgulloso porque el ratón dejaría monedas; llorabas 3 veces al dia; reías mil al dia...
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