Saturday, February 14, 2009

Liverpool...

La espera para entrar valió la pena. No sabía donde iba a dormir. No sabía cómo llegar. Pero sabia dónde estaba y eso me mantenía de pie mientras el agente migratorio cuestionaba el porqué de tantos sellos en mi pasaporte.
El aeropuerto, John Lennon. La ciudad, Liverpool.

Desde que tenía escasos 11 años, mi sueño era conocer ese lugar. Ese lugar que juntó a los fab 4, ese lugar que revolucionó el modo de ver la música, ese lugar que marcó la historia.
Mis amigos estaban sorprendidos, pues pensaban que yo ya había ido a ese lugar. Sabía todo. No era de sorprender, pues con la aparición de internet di varios viajes por toda esa ciudad de manera virtual.
El museo, el puerto, la iglesia, la avenida, el club... qué sé yo...
Fue de pronto cuando alguien me cuestionó. Me dijo que seguramente no le iba a poder responder dónde estaba la tumba de Eleanor Rigby. Fue ahí donde sonreí y dije: St. Peter´s Church.

Algo que me caracteriza es que me es practicamente imposible llorar. Pero fue ahí. Ese lugar que nunca en mi vida pensé conocer. Realmente nunca pense pisar. Fue estar en el Cavern Club. El lugar que lanzó a la fama a mis músicos favoritos. Fue ahí donde mis ojos y mi voz estaban a punto de quebrarse hasta que el momento se interrumpió, pues la banda subió al escenario y empezó a tocar I saw her standing there.

Entre Strawberry Fields, Penny Lane, el Cavern Club, Mathew Street, The Beatles Museum, The Magical Mystery Tour, las casa de los santos, y demás lugares que siempre quise conocer pero nunca pensé en hacerlo llegó el momento de partir.
Fue ahí cuando el puerto empezó a llorar y empapado en lluvia me monté en el bus. Viendo hacia la nada por la ventana, y aún sonriendo, me dijo un amigo mío que nunca me había visto tan feliz ni sonreir por tantos días seguidos.
Sólo le miré y volví a sonreir.

3 comments:

drama.queen said...

al menos una vez en la vida todos conoceremos esa dicha de ser tan felices. :)

gaby said...

neta?

Abril said...

Disfrutar estar en Liverpool, una ciudad fantástica, industrial... estar en el inicio... a mi me encantó, quizá tanto como a tí.

Buen regreso... Gracias por dejar un mensaje en mi blog.

Abril