Creo que lo peor de tener una adicción es saber que la tienes.
Cuando la visión se empieza a nublar; mi cuerpo siente que necesita algo. Mis manos tiemblan, empiezo a salivar y todo parece dar vueltas. Cuando mi Yo conciente es derrotado en pocos segundos por otra persona que no soy yo, alguien que desconozco y que no me agrada. Alguien que se que no es más fuerte que yo, pero en esos momentos se apodera de mi.
Consigue lo que quiere. Hace que nada en el mundo me importe más. Me hace ingerir cosas que no quiero hacer. Me lleva a algún lugar donde estamos solos. Me mata lentamente.
Pasa el tiempo y entra de nuevo la razón, ve lo que he hecho y me reprueba. Me siento pésimo por ello y me prometo que no lo vuelvo a hacer.
Ahora si, espero, ahora si que no lo volveré a hacer. Lo que me da miedo es que eso dije la última vez.
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